Están fabricados en polietileno sanitario, una materia prima apta para uso alimentario.
Consta de su base y su tapa, donde se aplica o bien peso o bien la prensa, para ayudar al desuerado. Para garantizar su durabilidad, resistencia y la inalterabilidad frente a los agresivos detergentes y desinfectantes que han de ser utilizados en la industria láctea, se inyecta todo el plástico necesario para constituir una pieza sólida y firme.